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Como hacer del dedo índice un órgano de percepción

La ciencia del cerebro nos ha quitado de forma formal nuestro Pensamiento. Lo que percibimos y resumimos en pensamientos pertenece a la forma y costumbre de cómo percibimos las cosas, que con cada nuevo pensamiento soldifica la realidad. Nuestro Pensamiento actúa de acuerdo a pre establecidos moldes. Esto nos permite ver solo lo que estos lentes dejan ver. Aparentemente no hay nada más allá de estos lentes. Con cada pensamiento o reflexión se vuelve lo antes pensado en una pista de una sola vía. Y de manera consecuente vamos confundiendo entre la realidad de nuestros pensamientos con la realidad que se va formando a lo largo de esta pista, y van repitiendo estos moldes. Es un error decir que yo soy mi pensamiento, aunque haya venido de Descartes. Y que el mundo sea lo que yo percibo de él, te comprueba cada biólogo en el primer semestre.

Nos desplazamos pensando acerca de nuestros pensamientos en una jaula, como un hamster en su rueda y no llegamos a ninguna parte. De sólo pensar no se crean cosas nuevas. Fue siempre una idea que caía dentro de nosotros, de fuera, arriba, de muy dentro − así que de todas maneras algo de una región fuera de nuestros pensamientos. Llamémoslo simplemente: media intuición. Lo que pensamos acerca de nosotros mismos no es lo que somos. Peor aún, es una ilusión que no nos permite llegar a nosotros y quedarnos con nosotros. Somos prisioneros de esta ilusión. Sufrimos y nos enfermamos en nuestros pensamientos sobre nosotros mismos. Soulresponding es un camino para salir de esta cárcel. Por ello se necesita un método para penetrar a ese área fuera del pensamiento y fuera de la ilusión. Un método, de hacer hablar a nuestra intuición inconcebible y muda.

La Radiestecia es un método como éste. Se apoya en el hecho que nuestro cuerpo capta más alla que sólo con nuestros cinco sentidos. Y nuestro cuerpo reacciona a nuestras inconcientes percepciones con tenues contracciones musculares involuntarias. Y estas contracciones pueden ser mostradas a través de un péndulo o una varilla. Así que no es un acto mágico o la vida propia del péndulo, sino que las percepciones corporales se transmiten a través de un medio auxiliar, y se muestran de esta manera. Una muestra muy sutil. Pero: a quién le gusta andar (porque en realidad se necesita a menudo) con un pendulo en la mano todo el tiempo y en cada conversación o en cada decisión a tomar, sea en la tienda o en un encuentro erótico (y en ese momento es importante), comprobar la autenticidad de los sentimientos con la varilla, etc.

Es simplemente poco práctico. Además de, cómo nos mostramos a los demás (a menos que uno así lo quiera). Así queda ese método reservado a ocasiones especiales. Qué pena. Por este motivo buscó Christhard Baller un método libre de instrumentos en forma de radiestecia, que al mismo tiempo sin efecto retardado, que puede ser usado siempre y en todo lugar sin irritar a los clientes y a otras personas a nuestro alrededor. Él encontró la forma de programar su dedo índice de la misma manera que un péndulo, Así por ejemplo: las respuestas de si y no, respuestas indicando números, una serie o porcentuajes, etc. Y se ha dado cuenta de que éste método de utilizar el dedo índice, también lo pueden aprender otras personas. Algunos lo saben de frente. Otros tienen que practicar. Es una cuestión de soltura (se aprende como todo lo demás, mejor si es como jugando) y una cuestión de confianza: mientras no confíe en mí mismo y en mi intuición no podrá mostrarme el dedo nada. A pesar de llamarse dedo índice, que viene de indicador.

Programar el dedo

Nota preliminar: La técnica se muestra aquí, y es divertido ver como jugando cómo funciona el dedo. Pero el funcionamiento en serio no se puede aprender probándose uno mismo y sin acompañante. Nuestro ego nos pone muchas trampas. Si por ejemplo, nos encontramos prendidos a un miedo o a una proyección, o a una ocupación, y no hemos aprendido a preguntar correctamente y a soltar − o simplemente tengamos un interés muy fuerte de que salga eso que esperamos y que para nosotros podría ser correcto − nuestro dedo nos tomará el pelo, y nos mostrará el molde de nuestro ego en vez de mostrarnos la realidad − eso nos puede traer consecuencias muy dolorosas porque fortalecerá nuestro sufrimiento. No hay alternativa al entrenamiento que no sea la formación que te llevará a conocerte a tí mismo, y donde aprenderás a no caer en determinadas trampas. Y esto nunca acaba: también el equipo de los experimentados Soulresponder necesita siempre supervisión.

Así funciona la Programación del dedo:

Muy parecido a la utilización del péndulo o una varilla hace un acuerdo contigo mismo, qué movimiento de tu dedo qué significado tendrá. Importante es que este acuerdo sea claro y definido. Le dices a tu dedo cómo debe responder a las preguntas que le haces y empiezas a preguntarle cosas que son hechos y cuya respuesta sabes (por ejemplo, »nací en Stuttgard?«), una y otra vez hasta que el dedo »sepa« qué movimiento tomar para responder. Una de las dificultades mayores es poder confiar en la sabidría de tu propio cuerpo. Donde mejor se aprende y practica es en grupo, porque es simplemente más divertido, y es más fácil soltarse y olvidar las intenciones. Porque ese es el truco: simplemente observo el dedo como si no me perteneciera, y observo asombrado su vida propia. Una buena forma de asegurarse para los esquépticos es la contraprueba, el intento de mover el dedo en el sentido equivocado. Despues de un tiempo eso ya no se puede, solo en una resistencia notable.

Qué debe aprender el dedo para que pueda hablar con nosotros?

Para empezar debe aprender simplemente a responder con »si« y »no«. Ya que Soulresponding es en primer lugar el arte de preguntar. Si preguntas de manera correcta, puedes responderte con si o no con el alma. Por lo general se programa el dedo a un movimiento giratorio en sentido del reloj como »si« y contra el sentido del reloj como »no«.

Esto es lo más principal. Con esto se puede verificar o falsificar. Tu sabes de manera inmediata qué respuesta tiene energía y cuál no, lo que te toca y que es lo que debes dejar en ese momento, si es que tu u otras personas se encuentran presentes, autenticos, en la fuerza o no. Y eso se pone interesante (o agobiante), cuando tu dedo de pronto sabe algo que tu tal vez no quieras saber en realidad. Entonces puede liberar la verdad el ego y nuestros »moldes« e intimidarlos. Pero solo muestra cuan importante es la verdad.

Otro aspecto importante en el acompañamiento del huésped, como en lo cotidiano es preguntar por números. Así por ejemplo: »a qué edad pasó la experiencia que me traumatizó?«, »que importancia tiene este problema (ocupa el primer, segudo... o décimo lugar)?«, »con qué porcentaje se encuentra el paciente y/o yo mismo en estado de presencia?«, »con qué porcetaje has sentido la verdad?«, »cuántos aspectos a tratar trae este problema, o cuántos pasos hay que dar?«, »cuántos días/semanas se debe hacer esta prática para traer la verdad al cuerpo?« o en lo cotidiano» en cuántos metros/kilómetros debo girar para llegar al sitio que debemos ir?«. Hay muchos métodos que se pueden usar sin método alguno para llegar a números exactos. Para eso uno se imagina una determinada escala o un panel de números y se deja uno llevas por el dedo al número que más energia muestra.
Esto suena más simple de lo que en realidad es − pero demasiado complicado como para explicarlo por este medio. Suficiente material para la   Formación.

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