Cómo funciona una sesión?

El margen es muy variado: Acompañante y huésped se encuentran juntos (solos o en un grupo) en un espacio tranquilo, sea en la sala de consulta, en un paseo o (como ocurre la mayoria de veces) al teléfono. Lo único importante es que halla confianza para una sesión. La sesión trascurre más o menos de esta manera:

  • El guía/acompañante se asegura de tener el corazón abierto y estar conectado con él, quiere decir, que el ve de estar presente, se asegura que su observador interior/interno este atento y que la examinación propia no sea interrumpida.
  • El huésped cuenta un poco de sí y de lo que le ha llevado a buscar este tipo de acompañamiento. Tal vez sea una enfermedad, un problema con uno mismo o con otros, un acontecimiento que lo ha sacado de su circulo de vida, o alguna otra cosa. Todo lo que sucede en nuestro interior quiere ser visto y oído. Nosotros vemos los dolores tanto corporales como espirituales como un regalo. En cuanto aceptamos este regalo, el síntoma pierde su función, y podrá desaparecer o transformarse.
  • El acompañante escucha, guía al huésped a un estado de presencia (encontrarse en el presente, en el aqui y ahora), y alentado a hablar sin reservas va confirmando las afirmaciones constantemente de éste con ayuda de una especie de péndulo que es su dedo índice.
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  • En cuanto el guía vea de esta manera que alguna afirmación no es correcta, interrumpirá y dirá »no es verdad«, »apariencia«, »truco«, »es sólo 30 por ciento correcto«, »eso va en cuarto lugar«, etc, pueden ser dados argumentos precisos. Con esta precisión y falta de compromiso se crea la toda la sesión.
  • Luego de interrumpir, preguntará el guía en su interior, qué afirmación es más adecuada. Puede acudir a su intuición o a su matriz donde tiene un sistema ordenado con más de 550 afirmaciones. De esta manera, paciente y guía irán acercándose al punto central del Problema o tema a tratar en este momento. Por tanto es necesario que cada paso sea confirmado, esto quiere decir que el guía vaya haciendo preguntas en su interior y a la vez en el exterior con el paciente, hasta que sale la verdad que en este preciso momento nos da la sensación de libertad.
  • Lo que para el principiante en un primer momento es extraño, perturbador, increible, es la ausencia de valoración alguna. No hay algo que el paciente deba comprender, ningún actidud a asumir, ninguna emoción, afirmación que sea mala, pecaminosa, no deseada, insana o que no sea aceptada por Dios, ninguna meta para el alma o una conciencia correcta a donde se trate de llevar al paciente. Es un desafío para el guía salir continuamente de su apreciación personal. Si el paciente se encuentra en un momento por ejemplo de odio o furia a una persona específica, entonces es esta su verdad en este momento, y se debe asumir sientiendo y aceptando, de otra forma no podrá seguir su camino.
  • Mientras el guía va preguntando continuamente en su interior, es decisivo, que el guía al mismo tiempo verifique, donde es que el paciente le muestra un reflejo de si mismo. Al dedo no le interesa quien es el que esta en el error, reacciona de igual manera, tanto con guía como con el paciente. Así que yo, como guía debo preguntar siempre primero: esto es (también) mío, lo que viene de mi paciente y necesita ser liberado a través de la Verdad? Luego tomar este espejo (eso quiere decir, aceptar sintiendo como parte de mi mismo) y luego recién ver si la reacción del dedo (también) vale para el paciente. Un espejo aparece de esta manera casi en cada sesión, y podemos confiar en que siempre vendrá un paciente que nos traerá el regalo de ver el tema que es agudo en estos momentos para nosotros.
  • El guía formula en conclusión la frase central y pregnante, la frase que es la solución, y deja al paciente sentir; por lo general, en que le pide repetir la frase en voz alta, incluso de forma repetida, hasta que la verdad realmente se siente. En esto, cuida el guía que el paciente se encuentre en un estado de presencia y le ayuda a llegar y encontrarse en el presente: sólo si el paciente se encuentra completamente presente en el aquí y ahora podrá sentir la verdad y sólo si toma la verdad con el cien por ciento de su corazón (lo que mayormente está enlazado con fuertes emociones) podrá liberarla.
  • Conviene tocar durante una sesión un tema importante − el que sea mas intenso y urgente. Sino se corre el riesgo, que la verdad reconocida se pierda entre lineas y sea de esta manera tapada por otros temnas que son relativos y de menor importancia.
  • La última pregunta que debe hacerse el guía (en su interior), es el de la »tarea para la casa». La liberación a través de la verdad debe vivir, en el cuerpo, en la vida diaria − en resumen: debe ser duradero. La Tarea para la casa pueden ser muchas cosas: Quizá toque una conversación que el paciente no ha podido llevar a cabo o comenzar por falta de valor. O una (quizás hasta la siguiente sesión) práctica diaria. O un cambio permanente en la estructura de la vida diaria. O puede haber la posibilidad de practicar nuevas formas de comportamiento que quieren ser practicadas y que reemplazarán las estructuras del ego reinante. O simplemente echarse en seguida y descansarse. Todo es posible. Pero sólo una cosa es verdadera para esta persona en este momento. Eso también debe preguntarse en la guía interior.
  • El tiempo de una sesión no se puede medir. Ésta puede terminar luego de 3 frases. Puede durar también una media hora. Es raro que dure más.